Las paredes de papel.

Maldigo el día de hoy a los constructores del lugar donde vivo, se les pasó por alto un concepto muy valioso de la vida en condominio: Intimidad.

Las paredes de papel en las que vivo, no dan para más. Se escucha absolutamente todo, desde el tercer piso hasta la planta baja. Si alguien se está bañando escucho los cantos y el agua corriendo. Solo faltaría un pooco de candela en el edificio para que las cosas fuesen más interesantes, ¡Oh, si las hay!.

Así es mis estimados lectores ocasionales, el día de hoy hablaré de mi vecina, la ninfómana del piso de arriba. Lo admito, su vida sexual debe ser muy variada y divertida, y no hablo tampoco de restringir las visitas nocturnas o de limitarla en su goce sexual. La tipa es muy guapa, un cuerpo escultural, y una personalidad de novela erotica latina, creo que es cubana y su desempeño se escucha bastante bien. Espero que cobre por sus servicios, o de plano sea muy divertida.

El punto es: Me mudo de departamento, no soporto las orgías de varios días (literales) y sus constantes visitas, el taconeo en mi techo, la "boooty call" a las 4:00 AM y después los latigazos, gemidos y nalgadas durante las horas posteriores. ¿Por qué no consideraron ponerle aislamiento a los muros?. Así todos seríamos felices. Por lo menos los viejitos dormiríamos a gusto.

Por ahí me comentaron que podría ser una guerra y la tía está probando mis límites. Deberé poner las manos en la masa antes de mudarme.

Por otro lado, creo que cambiaré de ninfómana cubana, por ninfómana Monclovense.
Después les traigo el informe detallado.


Track del momento: Girl and the sea - The Presets.